domingo, junio 17, 2007

Eva.

El ruido seco de la mordida, el jugo blanquecino que corre a las comisuras, el perfume que se desprende de la carne del fruto desgarrado, desnudez y ojos se cruzan por vez primera. Había placer y, al hallarlo, buscamos más, debajo incluso de la piel donde escarbaríamos si pudiésemos. Es una víctima ahora, pobre él y su músculo, su garganta, sus sentidos por completo absorbidos por mi voracidad. Que me acusen. Pagará él el placer de todos los culpables.

domingo, junio 03, 2007

Crimen y Castigo

En un breve viaje nocturno en colectivo, decido encontrarme con las primeras palabras de Crimen y Castigo. La poca luz me impide seguir con la lectura y me sirve de excusa para volver a la dedicatoria: releyéndola disfruto; profundamente enternecida observo la caligrafía, la acentuación del trazo, la elección de las palabras que me acercan de regreso al momento de su escritura y a la luz que se posaba entibiando su figura inclinada sobre el libro, a su gesto de niño al esconder tras una mano lo que la otra dejaba para mí en el papel, y a sus besos en todo momento...sus besos, que pecan de esa suavidad que acaba por dar vida al ardor.

Mire Señor mío, estas horas que nos brindamos de cuando en vez, se me hacen tan generosas que no hay puerta cerrada que me quite el goce. Y no se pregunte si alguna vez se cansará...esto que tenemos será siempre aquí y ahora.

¿Me regala este bello ejemplar que tengo entre las manos porque cree que saldré de él mejor de lo que he entrado..? Sépalo, no será el libro, sino Usted, su fe y su interés en mí y en mi pequeña cotidianeidad los que me habrán hecho mejor.

Y aún cuando nos llegue a Usted y a Mí -como dos individualidades-, y a Nosotros -como esos Dos que somos cada tanto-, el momento de convertirnos en mutuo recuerdo y dejar de ser este presente, mi agradecimiento persistirá con el mismo humilde amor que le profeso ahora.
Espero que sepa no asustarse ni mucho menos compadecerse o alejarse de mí ante lo que acabo de decirle. Este es un amor que sabe de quién se enamoró, y sabe cómo enamorarse, que nace del más puro agradecimiento, como única respuesta posible ante tanto que Usted lleva dentro y brinda, ya sea sin darse cuenta, ya sea a plena conciencia.
Ninguna pretensión se esconde tras estas palabras, jamás le diré que lo amo ni buscaré eso de Usted, este amor no es un convencionalismo. Sencilla e inevitablemente, logra abrirse paso para llegar...este amor no vino a cambiar nada, sólo arribó insolente hasta las puntas de mis dedos para presentarle mis respetos en el tipeo de estas palabras un poco trasnochadas.

Siento, ya llegando al final, que me arriesgo a su reacción. Y a la vez lo hago porque confío plenamente en ella.

Lo espero entonces, hasta el Lunes, ansiando hallarlo en este pobre medio que nos deja con ganas de tanto...