Libro I
Enhébrese una aguja de tamaño regular, más bien fina, con hilo encerado de longitud suficiente. Tómese el primero de los cuadernillos con sumo cuidado, alineando en paralelo el doblez del papel y el borde de la mesa sobre las guías de paso del hilo.
Con la mano inhábil ábrase por el medio dicho cuadernillo y, con la otra, a la altura de la primera marca guía, atraviésese desde afuera hacia adentro el papel con la aguja enhebrada en el punto justo del doblez, en sentido ascendente y sesgado. Déjense unos centímetros sueltos de hilo en la punta y procédase a la siguiente puntada en sentido contrario, respetando siempre las marcas asignadas en el borde de la mesa. Dependiendo del alto de la página se darán las puntadas necesarias, generalmente seis.
Una vez finalizada la primera vuelta, se encima el siguiente cuadernillo y se reitera la operación, reparando en que deben lazarse dos de las puntadas con las vueltas de hilo visibles en el canto del cuadernillo para lograr firmeza en la sujeción entre un cuadernillo y otro. Al finalizar en el extremo, se realizan tres nudos simples con el tramo de hilo que se dejó suelto en un principio y se retoma la costura del próximo de los cuadernillos, dispuesto de la misma manera que los anteriores, cuidando siempre respetar las marcas y no perder la alineación de los orificios de entrada y salida de las puntadas, ni omitir las lazadas y nudos finales. La costura termina con el ajuste de los hilos por medio de pequeños y delicados tirones y, finalmente, tres fuertes nudos.
Con la mano inhábil ábrase por el medio dicho cuadernillo y, con la otra, a la altura de la primera marca guía, atraviésese desde afuera hacia adentro el papel con la aguja enhebrada en el punto justo del doblez, en sentido ascendente y sesgado. Déjense unos centímetros sueltos de hilo en la punta y procédase a la siguiente puntada en sentido contrario, respetando siempre las marcas asignadas en el borde de la mesa. Dependiendo del alto de la página se darán las puntadas necesarias, generalmente seis.
Una vez finalizada la primera vuelta, se encima el siguiente cuadernillo y se reitera la operación, reparando en que deben lazarse dos de las puntadas con las vueltas de hilo visibles en el canto del cuadernillo para lograr firmeza en la sujeción entre un cuadernillo y otro. Al finalizar en el extremo, se realizan tres nudos simples con el tramo de hilo que se dejó suelto en un principio y se retoma la costura del próximo de los cuadernillos, dispuesto de la misma manera que los anteriores, cuidando siempre respetar las marcas y no perder la alineación de los orificios de entrada y salida de las puntadas, ni omitir las lazadas y nudos finales. La costura termina con el ajuste de los hilos por medio de pequeños y delicados tirones y, finalmente, tres fuertes nudos.