jabón
Ropa que flota y corta el fondo azulmarino, la tanda roja reluce en prolijamente acomodadas perchas, perfectamente espaciadas a ojo, perfumada y húmeda baila silenciosa y callada con la invisibilidad del viento que cabecea y la enamora. La luz real y natural vendrá a robarse el cortejo en cinco horas.